sábado, 8 de diciembre de 2007

ENSAYO SOBRE LA PELÍCULA “L'ARGENT DE POCHE” DE FRANÇOIS TRUFFAUT

(O cómo el desarrollo psicológico es afectado por la escolarización, desde la perspectiva de la psicología evolutiva)

Tal como lo describe su título, L'Argent de poche (traducción literal al castellano: Dinero del bolsillo), es una colección de variados momentos y experiencias recolectadas durante la vida, desde la edad preescolar (representada por el pequeño Gregory por ejemplo) hasta la adultez (los padres y profesores) y por supuesto incluyendo a los niños en edad escolar protagonistas, cada cual pudiese ser representado por monedas y billetes de distinto valor, tamaño, antigüedad, material, etc. Al hallarse en contacto, ninguno de los grupos representados puede quedar al margen de lo que acontece con los demás; tal circunstancia es la que genera el cambio en el individuo, lo cual parece ser un indicador del porqué del título en inglés, Small change; una sumatoria1 de pequeños cambios, tras los cuales a lo más puede quedar el recuerdo de la forma en que se pensaba previo a ellos; siguiendo la línea de pensamiento vygotskiano, no se puede volver atrás una vez que se ha completado una etapa de internalización. Ya no se puede volver a ver el mundo como antes.


Situado en la Francia suburbana de mediados de los 70, el filme consta de numerosas viñetas, en apariencia inconexas entre sí, que describen la interacción entre niños y adultos, resaltando inevitablemente las diferencias en sus visiones del mundo. En ejemplos sencillos, es posible ver la forma en que estas visiones se proyectan en sus acciones y deseos, como cuando Sylvie logra llamar la atención de sus vecinos usando el megáfono de su padre y consiguiendo que le manden una canasta con comida, el creciente interés de Patrick por el sexo opuesto, o la madre de Gregory que busca un compañero sentimental por avisos del diario.


El punto donde todas estas historias individuales -o de pequeños grupos, si se quiere- se conectan es la escuela. No una misma institución física (aunque para efectos generalizadores se puede hablar de la escuela de varones en la cual se desarrolla gran parte de la trama) sino como institución constituyente de la sociedad, gestora indiscutible de gran parte de estos cambios. Y es que allí es donde convergen todas estas diferentes realidades personales y el resultado es la transformación inevitable de los individuos. Si se considera esta circunstancia como una de las -más significativas- causantes de la transformación (y mejor todavía, evolución) psicológica, se tiene que:

En estas diferencias hay numerosos ejemplos a mencionar, tales como la situación socioeconómica de los niños (Uno de ellos es Julien, un niño que representa la pobreza, todos los días viste la misma ropa y habitualmente roba objetos de valor, en contraste con Richard, quien parece pertenecer a un estrato económico superior), y el tipo de vida familiar que arrastran (el mismo Julien es claramente golpeado y maltratado, en contraste con el cariño y preocupación que recibe Laurent de sus padres, por ejemplo). Considerando esta primera variable, la conexión -y por consiguiente, la evolución a nivel personal- es visible en que pese a estas inequidades se desarrollan amistades, e incluso es posible argumentar que las diferencias son usadas por los niños como punto de partida para alcanzar sus objetivos, como lograr entrar gratis al cine o conseguir pareja en el mismo.


Hay otras dos significativas variables gestoras de cambio a tomar en cuenta y que se sitúan en el marco de la escuela, a saber: el sistema educativo que se observa en el filme (no es del caso discutir si es un fiel reflejo de la educación francesa de la época; lo que interesa es el potencial de la educación formal como agente del desarrollo psicológico en los niños) y la brecha generacional entre alumnos y profesores, y padres e hijos.


Como se dijo, otra gran variable es el sistema escolar. Hay momentos en que es posible apreciar algunas características del mismo, esencialmente buscar la uniformidad entre los estudiantes y que su desempeño se ajuste a ciertos parámetros (no viene al caso preguntarse quién los impone, si la sociedad como conjunto, el colegio mismo, los planes del Ministerio de Educación, etc., aunque esto perfectamente podría someterse a análisis, sobre todo si hablamos de un contexto cultural como un todo), y ello se ve en que, por ejemplo, se les pide que memoricen diálogos de una obra de Molière o las efemérides del mes. También en el cumplimiento de ciertas normas, como que está prohibido llevar ciertos juguetes y hace que los protagonistas deban entregar las pistolas de juguete que les llevaron los hermanos DeLuca, e incluso en un examen médico de rutina que al final será el factor que desenmascarará la situación de Julien y causará la detención de su madre y su abuela, con quienes vivía. El punto central aquí es cómo el sistema escolar consigue que los jóvenes se acostumbren -y eventualmente adapten- a un mundo basado en directrices, como el que -supuestamente- se ha de encontrar en el mundo adulto.


Y la otra gran variable es el choque generacional entre los estudiantes y los profesores. Los primeros muestran una alta capacidad de adaptación a las situaciones, una de cuyas manifestaciones es al revisar las tareas que asigna el profesor; bien cumpliendo con las tareas a cabalidad, o bien encontrando la manera de evadirlas (como en la escena en que Patrick no contesta a la profesora esperando los segundos finales antes que suene la campana de recreo), mientras que los segundos, ya acostumbrados a un sistema a lo largo de los años y habiendo pasado por el proceso de escolaridad, muestran mayor inflexibilidad y esquemas más rígidos que, al romperse, traen consecuencias perturbadoras (la profesora que rompe en llanto por no haber sabido comprender a Julien, la madre de Gregory que simplemente lo deja solo en el departamento causando que el pequeño caiga por la ventana del edificio, o el profesor que es padre primerizo y desesperadamente consulta un libro para saber cómo la madre debe amamantar mejor al recién nacido). Es en este punto donde también se incluye el monólogo final del profesor Richet, quien pese a lo anterior demuestra que el proceso completo, con los cambios que ello abarca, lo lleva a comprender que el mundo en el que los jóvenes están insertos no es perfecto y dista mucho de serlo, en la medida en que la mayoría de las veces no comprende o no considera a los mismos protagonistas (i.e. los escolares) en relación con sus aspiraciones, pensamientos y necesidades, ni en algunos casos a las realidades puntuales como la de Julien. Su objetivo es que sus pupilos lleguen a comprender esto, pero sin embargo saquen el mayor provecho de lo que disponen, y de lo que eventualmente conseguirán con el proceso.


Puede resultar inquietante y/o cuestionable el que tanto la educación formal como el crecimiento al parecer tienden a rigidizar el pensamiento de las personas en lugar de flexibilizarlo y ampliarlo, sobre todo si se considera que uno de los supuestos de la influencia cultural es que el ser humano se vale de instancias contextuales para potenciar su disposición natural al desarrollo, en lugar de estancarlo o peor aún, reducirlo. Dado este dilema, tal vez sea mejor aceptar que lo que se está analizando aquí es ficción, y muy posiblemente refleje el punto de vista de los realizadores.


Podrían incluirse todavía más variables gestoras de cambio (si bien nunca es posible incluirlas todas) como la época en la que se sitúa la historia y el desarrollo tecnológico alcanzado por la civilización en ese momento, por poner algunos ejemplos, pero estas escapan a lo que el presente ensayo intenta abarcar.


En L'Argent de poche es posible ver toda una transición, una evolución generada por muchos de los cambios a los que se ven sometidos los niños en edad escolar, los cuales no pueden ser previstos de una manera tan rígida y controlable como alguna vez pretendió el conductismo, ya que nunca se puede tener el control de todas las variables. Especialmente, no se puede controlar la forma en que se internalizan las variables externas, ya que como se ha visto cada individuo es único e inseparable de la red interpsicológica, y sin olvidar todo el background intrapsicológico con el que cuenta. Pretender tal grado de control y predictibilidad en un ambiente interaccional es semejante a querer que todas las partidas en un juego de pool sean iguales; allí existen elementos que obedecen a reglas predecibles como la física de los rebotes, pero cada interacción entre bolas, bandas y tacos es la que caracteriza la partida.


1“Sumatoria” no es necesariamente el mejor término, por cuanto describe un proceso lineal; si se sigue el paradigma del desarrollo en un contexto sociocultural, un proceso lineal tendría lugar sólo en un grado de internalización de herramientas como el lenguaje, luego de lo cual el individuo se inserta en la red interpsicológica en conjunto con otras personas y con su cultura, dando lugar al resto de las transformaciones a nivel cognitivo (aceptando que las transformaciones sean mediadas por artefactos, pero esto no las convierte en procesos lineales; de hecho, serían interaccionales). Como en los protagonistas este grado ya ha sido alcanzado (salvo ciertas excepciones como el infante Gregory, quien está en proceso), mejores términos podrían ser “combinación” o “asociación”, sobre todo si se considera que estas transformaciones implican internalización, externalización, feedback, homeostasis y todas las características de un equilibrio sistémico.


(*)Ensayo redactado para el curso
Teorías y Procesos Psicológicos

Escuela de Psicología
Pontificia Universidad Católica de Chile
2007

viernes, 26 de octubre de 2007

ENSAYO SOBRE LA PELÍCULA "FRESAS SALVAJES" DE INGMAR BERGMAN; ANÁLISIS DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA TEORÍA PSICOANALÍTICA(*)

Resulta conveniente hacer una síntesis del argumento de la película, a fin de identificar los aspectos más relevantes del mismo y descubrir la forma en que se relacionan con la teoría psicoanalítica, o la influencia que de ella recibe.

El protagonista es el doctor Isak Borg, 78 años de edad. Recibirá un reconocimiento por años de servicio en la Universidad de Lund, para lo cual emprende un viaje por carretera, acompañado de su nuera Marianne. Es durante este viaje cuando emprende también un viaje retrospectivo, a través de sus recuerdos y de sus propios sueños.

Ya en este contexto, notamos inmediatamente que la metodología del psicoanálisis es puesta en práctica, es decir, el sujeto pasará por un proceso de análisis retrospectivo que, en efecto, producirá en él el efecto terapéutico que debe tener el psicoanálisis, esto es, encontrar la causa olvidada del trauma, hacerla conciente y eliminar el síntoma.

Al comienzo del viaje, Marianne hace manifiesto claramente de su desagrado por Isak, diciendo que “a él no le importa nadie”. De hecho, tanto en el tiempo real como en los recuerdos y sueños de Isak, él es descrito como totalmente incapaz de expresar algún tipo de sentimiento verdadero hacia aquellos que lo rodean, por el temor de recibir rechazo o bien mostrarse vulnerable al mismo. Veremos que esta característica le costó en su juventud a su prometida Sara, quien acabó dejándolo por el hermano de Isak, Sigfried, el cual es mucho más extrovertido y casi agresivo. Eventualmente Isak se casará con otra mujer, pero la situación se repetirá ya que en uno de los sueños vemos que esta mujer habría tenido una relación extramarital, de la cual es posible suponer que nació realmente el hijo de Isak, Evald.

Considerando esta indiferencia de Isak como el síntoma, todavía no son claras sus causas. Sin embargo, el proceso será catalizado por otros individuos que ce cruzarán en su camino durante el viaje, como un grupo de viajeros entre las cuales va una joven que incidentalmente se llama Sara, y de hecho es idéntica físicamente a la antigua prometida de Isak e incluso se le parece algo en carácter.

Mención aparte merece la interpretación de los sueños de Isak; uno de ellos es algo así como una reconstrucción de su examen de grado, donde él es incapaz de responder las preguntas de la comisión, no puede ver a través de un microscopio y diagnostica como “muerta” a una paciente. En todo esto es posible ver la manera en que se ha desapegado de quienes lo rodean, y en última instancia, de la realidad misma.

Durante el viaje visitará a su madre, quien ya tiene 96 años, y veremos que ella manifiesta esta misma indiferencia; es decir, Isak la ha “aprendido” de su madre. Y sucedió que los otros hermanos de Isak jamás se preocuparon en el pasado por su madre, y si alguna vez lo hicieron sólo fue por interés. Más aún, esta frialdad e incapacidad de desarrollar algún grado de apego por sus hijos no sólo ha sido traspasado a Isak, sino que este último parece habérsela traspasado a su propio hijo Evald, el esposo de Marianne, a quien de hecho ha amenazado con dejar ya que ella está embarazada. Hemos dado con la causa, ya se ha hecho conciente.

A la sazón, Isak recibirá su reconocimiento en Lund, donde están Sara y sus acompañantes quienes no sólo lo felicitan y muestran su admiración por el viejo doctor, hasta cantan para él. Es ahora que Isak puede darse cuenta del daño que ha causado a otros durante todo estos años, si bien no intencional, pero también del bien que hizo como médico y que le es manifestado incluso con muestras de agradecimiento como el de Henrik, el empleado de la estación de servicio que rechaza el pago por el combustible, ya que Isak había atendido a su esposa cuando tuvo su primer hijo. Con toda esta nueva perspectiva, es de esperar que una vez completado el viaje, si bien no es mucho el tiempo de vida que le queda, hará lo posible por enmendar sus errores del pasado, por ejemplo buscando darle un mejor trato a su sirvienta Agda, pidiéndole que se llamen entre ellos por sus nombres.

En síntesis, tenemos que el proceso completo de transformación de Isak, desde el punto de vista de una terapia psicoanalítica, ha cumplido su objetivo en tanto ha hecho desaparecer los síntomas haciendo uso de las técnicas descritas (si bien no es del todo voluntaria y no se da en el marco de una terapia propiamente tal).

Curiosamente, en Suecia, lugar donde se desarrolla la historia y país de origen del director, las fresas salvajes simbolizan la primavera, algo así como el despertar de la naturaleza, lo que es posible relacionar con el despertar de la “humanidad” de Isak, que había estado dormida por tanto tiempo.

(*)Ensayo redactado para el curso
Teorías y Procesos Psicológicos
Escuela de Psicología
Pontificia Universidad Católica de Chile
2007

domingo, 21 de octubre de 2007

ENSAYO SOBRE LA PELÍCULA “LA NARANJA MECÁNICA” DE STANLEY KUBRICK; ANÁLISIS CRÍTICO DEL CONDUCTISMO, CONSIDERANDO LA VISIÓN HUMANISTA (*)

Seguramente estudiada y analizada hasta la saciedad y desde todas las posibles perspectivas y especialidades, es que La Naranja Mecánica, a más de treinta años de su estreno simplemente parece no poder pasar inadvertida; sea por su calidad cinematográfica que a los fans no nos agota, sea por lo chocante que puede resultar la trama, basada en la novela del escritor británico Anthony Burgess. La aproximación que el presente ensayo pretende involucra dos paradigmas de la psicología del siglo veinte, a saber el conductismo y el movimiento humanista. Veremos cómo ambos enfoques, si bien fuera de el contexto de una película o novela tienen postulados diametralmente opuestos, convergen en no pocos momentos del filme. Comencemos entonces, por una breve descripción del argumento:

El protagonista es Alex, un joven delincuente cuya razón de vivir es el placer que obtiene por el daño que causa a otros, a través de peleas callejeras, asaltos, violaciones, uso de drogas y la música clásica. Durante el primer tercio de la película observamos su estilo de vida, junto a su pandilla de la cual es líder y a expensas de sus padres con quienes vive.

Este estilo de vida parece marchar sin problemas, hasta que Alex comienza a tener discrepancias con los otros integrantes de la banda, quienes le reprochan su actitud autoritaria y la escasa consideración a las ideas que ellos pudiesen tener, obviamente en el marco de sus andanzas. Se hace evidente entonces que dada esta -de alguna forma impuesta- organización está impidiendo que los otros muchachos lleven a cabo sus proyectos personales y materialicen sus propias ideas, emociones y pensamientos. En síntesis, no logran autorrealizarse.

Lo anterior provocará un fuerte desencuentro, en el cual sostendrán una pelea y, tras una rápida reconciliación y aparente vuelta al antiguo esquema, planean el siguiente atraco; sin embargo el plan sale mal, Alex acaba matando -según él inintencionadamente- a la víctima del asalto y debe escapar ante la llegada de la policía y es ahí donde es traicionado por sus amigos, detenido y condenado a prisión por homicidio.

Después de dos años en prisión, nos encontramos con que Alex ha tomado conocimiento de un tratamiento médico experimental, con el cual se elimina el comportamiento delictual y por lo tanto se es puesto en libertad, sin posibilidad de reincidencia. En efecto, Alex quiere ofrecerse como voluntario para someterse al tratamiento; desconoce los riesgos que puede acarrear, pero está dispuesto a tomarlos con tal de poder cambiar su conducta; le confiesa al capellán de la prisión que no le importan las consecuencias, que sólo quiere ser “bueno”. Es posible decir que en un nivel muy básico, está dirigiendo su accionar y ya ha tomado la decisión de querer cambiar; el tratamiento sólo será un catalizador. En todo caso, es posible contraargumentar que sólo lo hace con el fin de conmutar su condena, ya que llevaba dos años en prisión de un total de catorce, y que en circunstancias normales habría tenido que cumplir con la condena, al margen de sus intenciones de reformarse. Por otro lado, el capellán le hace ver que no es por medio de un tratamiento médico que se obtenga la bondad, sino que viene desde “adentro” (antirreduccionismo a, en este caso, las funciones del organismo), que elegimos ser buenos y, sobre lo mismo, que cuando un hombre deja de elegir, deja de ser un hombre (antideterminismo). Como sabemos, estos son postulados básicos de la psicología humanista.

Pese a lo anterior, consigue ser elegido como sujeto de prueba para el tratamiento, conocido como Ludovico, que consiste en hacerle ver películas que muestran escenas de situaciones violentas, de carácter físico (peleas cuerpo a cuerpo) y sexual (la violación de una mujer por un grupo de hombres), ambas conductas desplegadas por Alex antes de su encarcelamiento. También se incluyen imágenes de guerra, y se puede inferir que a lo largo del tratamiento se incluyeron imágenes que graficaran todo tipo de violencia, en distintos niveles. La exhibición de películas va acompañada de la administración de una droga que provoca sensaciones de náusea y parálisis. En síntesis, es la metodología del condicionamiento clásico, donde se espera que la respuesta condicionada sean los efectos de la droga, y el estímulo condicionado el acto de violencia. Aquí es conveniente resaltar que posiblemente para un sujeto claramente sádico como Alex, a quien no sólo el comportarse de manera violenta sino el simplemente presenciar violencia le es placentero, el tratamiento sea eficaz, en términos de cambiar la sensación placentera por sensación displacentera; en lo sucesivo así será. En cualquier otro caso, el éxito de la técnica es cuestionable; de alguna forma se induce la aversión a conductas violentas, pero en una primera instancia se infiere que esta aversión sería sólo a presenciarlas, no a ejecutarlas, misma cosa para la violencia sexual y para las escenas de guerra. Pero ya que el tratamiento resulta para ambos:

a) Se asume que el sujeto extrapola lo observado en las películas a todo acto de naturaleza similar (peleas cuerpo a cuerpo, ataque sexual, imágenes de guerra) y que son estos elementos contra los cuales se le condiciona, no así los estímulos captados inmediatamente por los sentidos (i.e. atacantes con atuendo similar al que él usaba, el cabello rojo de la mujer, la imagen de Hitler, el fondo musical que sin embargo sí le afectará más tarde). Cabe preguntarse si el condicionamiento de este tipo puede realmente operar en los niveles que los médicos pretenden en la película.

b) Alex ha sido condicionado de forma que no podrá desplegar una conducta tan elemental como el acto sexual, tampoco defenderse físicamente contra un ataque abierto como el simulado por el actor en el escenario, durante la demostración.

Una vez concluido el tratamiento, Alex es presentado en un escenario ante varias personas, incluyendo al personal de la cárcel, los doctores que llevaron a cabo el procedimiento y las autoridades de gobierno -especialmente el Ministro del Interior-, misma entidad que en un principio determinó que se iniciara el desarrollo e implementación de la técnica, bajo la premisa de reducir la criminalidad gracias a la eliminación del deseo mismo del acto criminal. Notemos ahí un fuerte reduccionismo, aunque más bien en un sentido fisiológico y/o freudiano; el ministro afirma, durante su primera visita a la prisión, que los convictos disfrutan su así llamado castigo, y da la impresión que para él y quienes integran el gobierno y lo apoyan, el acto criminal es -casi- instintivo. Se da inicio a una demostración, primero con un actor que agrede verbal y físicamente a Alex, siendo este incapaz de defenderse, debido a que al siquiera pensar en ello su cuerpo reacciona igual que con la droga administrada durante el tratamiento. Posteriormente una actriz semidesnuda se acerca a él, con la idea de despertarle el deseo sexual y por ende arremeter violentamente contra ella, como lo hubiese hecho en el pasado. La reacción del cuerpo se repite, y Alex cae al suelo enfermo.

Finalizada la demostración, el ministro alaba los éxitos conseguidos durante el tratamiento, pero el capellán de la prisión acude en defensa de Alex, diciendo que ahora él es incapaz de elegir, que ha sido sometido y que no es otra cosa que el miedo lo que le impedirá actuar como lo hacía antes. ¿Estamos, a fin de cuentas, admitiendo que Alex sin embargo puede elegir entre evitar una sensación displacentera o sufrirla? La consecuencia, es decir el dolor físico y la náusea son incapacitantes, pero el proceso de elección sin embargo estuvo previamente. Por supuesto, el ministro minimiza estos efectos y enfatiza que lo importante es que funciona, sin importar lo que el individuo desee. Sin lugar a dudas, la aplicación perfecta del modelo de sociedad que los conductistas como Watson, pretendieron.

Luego varios giros inesperados, tales como la no bienvenida de sus padres, el que sus ex amigos se hayan transformado en policías y que una de sus antiguas víctimas intentara destruirlo en venganza impulsan a Alex al suicidio. No morirá sin embargo, y en lo sucesivo irá recuperándose de su nueva condición (aunque no es explícita la forma en que esto ocurre, se insinúa que a través de neurocirugía mientras estaba inconsciente tras su intento de suicidio). Posteriormente veremos que el Ministro del Interior en persona lo visita y le confirma sus intenciones de apoyarlo en su recuperación, obviamente con fines políticos. La última línea de la película: I was cured, allright! Nos deja ver que Alex realmente se siente curado, ahora que tiene una vez más el control de sus acciones; como dijimos previamente, en proceso de autorrealización.

Si bien es difícil definir a modo global lo que es ser bueno, y por lo cual es perfectamente discutible el justificar los actos criminales de Alex, sí es claro que el poder de decisión parece trascender todos los límites impuestos por las estructuras, sea por medio de un condicionamiento que incapacite al organismo o sean las estructuras sociales. Tal poder sigue confiriéndonos la capacidad de movernos más allá de nuestra situación actual. Somos más que una naranja mecánica.

(*)Ensayo redactado para el curso

Teorías y Procesos Psicológicos
Escuela de Psicología
Pontificia Universidad Católica de Chile
2007

lunes, 23 de julio de 2007

VHS is not dead people!


¿Pueden decir que estoy obsoleto? No, no pueden. Si lo hicieran serían muchos los que lo estaríamos, y en todo caso sí hago uso de las "nuevas" tecnologías. Y es que todavía uso cintas VHS, para grabar programas que me interesa ver una sola vez y luego borrar.

Desde 1990 que hago uso del videograbador. Tenía 5 años, y de hecho era el único -y sigo siéndolo- que sabía operarlo correctamente. Por entonces grababa dibujos animados de la televisión, para verlos una y otra vez cuando quisiera. Con los años evolucionaron los contenidos grabados y también mi experiencia con el hardware; no soy técnico electrónico pero aprendí a limpiar los cabezales sin el cassette limpiador (un técnico me dijo que eso era como querer limpiar un CD con detergente en polvo abrasivo), a sacar cintas atrapadas y repararlas cuando era posible, junto con otros tips de aficionado.



Hace ocho meses que me hice de un combo VCR-DVD (No daré marcas para no hacer publicidad), que me permite grabar en DVD tanto de la televisión, igual que en el video, como transferir de VHS a DVD y viceversa. Hasta ahora he traspasado aproximadamente el 60% de mis tesoros en cinta, a discos ópticos (Algunas de estas reliquias datan precisamente de 1990 y son verdaderas cápsulas del tiempo). Por supuesto, si ahora dan por TV alguna película o programa que quiero conservar, la grabo directamente en DVD.

En todo caso , el artilugio costó casi 200 dólares, y a menos que los famosos TLC de Chile con los países asiáticos sirvan para bajar los precios de los artículos electrónicos, un grabador de DVD casero sigue siendo un bien relativamente caro. ¿Y para qué? Claro, existen los discos DVD regrabables, pero usarlos una y otra vez implica toda una tarea, y digamos que el tiempo no es algo que me sobre. Con el VHS puedo grabar exactamente desde el punto en que quiero, y borrar de la misma manera. ¿Cómo haces eso con el DVD, chico listo? Con todo un proceso de post-edición. Puf.

Como dije, sé que no soy el único; se sorprenderían si conocieran la enorme colección audiovisual que la Pontificia Universidad Católica de Chile conserva en VHS. ¿Y acaso creen que -la mayoría- de los sistemas de vigilancia y CCTV operan en base a DVD? Give me a break.

Pero tranquilos discófilos, que sí llegará el momento en que ya no se use la cinta; leí que en USA ya no se venden cintas vírgenes, y en Chile sólo he podido encontrar las de peor calidad (i.e. HQ, HS, HG..¿ High Quality? High Quality my ass!), pero quizá ocurra definitivamente cuando el mismísimo DVD quede obsoleto ante la irrupción de los discos de nueva generación, HD-DVD y/o Blu-Ray, y la masificación de aparatos con disco duro u otras formas de almacenamiento que permitan la seguridad y calidad audiovisual del formato digital, pero con la simplicidad y versatilidad todavía insustituible de la cinta analógica. Mientras tanto, las seguiré usando, y ya que las trato con especial consideración, puede que las haga durar hasta que tenga que hacer el traspaso a los nuevos formatos.

Hasta la próxima ¡Ah! y no olviden rebobinar.



http://es.wikipedia.org/wiki/VHS
http://es.wikipedia.org/wiki/HD-DVD
http://es.wikipedia.org/wiki/Blu-ray_Disc

martes, 6 de febrero de 2007

Un poco sobre mí, y nada más por ahora

Ariel Sebastián Valenzuela Zúñiga. Chileno, 21 años, soltero. Nacido en San Bernardo, padres Tatiana y Jorge. Hijo único.

Egresado del Colegio Liahona de El Bosque en 2003. Dos años de Ingeniería Civil Química en la Universidad de Santiago. Actualmente estudiante de segundo año de Química y Farmacia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ex-promotor de Cereales Nestlé. Ex-aikidoka, cinturón blanco 4° Kyu. Actualmente aprendiz de Linux, editor ocasional de Wikipedia y miembro del movimiento Atina Chile. Aficionado a la lectura (desde Lobsang Rampa hasta The Clinic), armar computadores, ajedrez, algo de animación japonesa y gustos musicales variados (desde Beethoven hasta AC/DC)

La razón del nombre del Blog: No suelo caer bien en una primera impresión. Me caracterizo por ser sarcástico y crítico, y mi pensamiento y comportamiento no suele ajustarse al común, cuando menos dentro del grupo etáreo al que pertenezco: no poseo Fotolog, chateo lo justo y necesario, no llevo el corte de pelo de moda, no escucho Reggaeton y no carreteo 6 veces a la semana. Todo lo anterior implica que en una situación social puedo llegar a destruir a alguien con mis comentarios sin ningún remordimiento, destruyéndome yo también en el proceso, de alguna forma.

Cita favorita:

Hemos estado subordinados a nuestras limitaciones hasta ahora. Ha llegado la hora de deshacernos de estos límites, y de llevar nuestra conciencia a un nivel más elevado. Es tiempo de formar parte de todas las cosas.

(Ghost in The Shell)